Miles de hectáreas de pinos en Galicia, Castilla y León y Extremadura están en cuarentena mientras que grandes extensiones de monte han sido talados para evitar la propagación del nematodo del pino desde Portugal que amenaza el futuro económico de empresas y propietarios forestales.
Así lo han asegurado fuentes consultadas por Efeagro, que confían en que las medidas de prevención frente los “Monochamus spp” surtan efecto porque, de lo contrario, este insecto microscópico -que impide la circulación del árbol y provoca su muerte- conlleve la desaparición de buena parte de los bosques de pinos en España.
El último foco se localizó a finales de febrero en Valverde del Fresno -localidad cacereña muy próxima a Salamanca- que se une a los localizados en Pontevedra -montes de Taboexa (As Neves) y Leirado (Salvaterra)- y en la Sierra Dios Padres (Caceres).
La alcaldesa de Valverde del Fresno, Isabel Pérez, ha mostrado a Efeagro su “desolación” tras visitar el paraje de barrocotoiriña (Sierra de Gata) donde se han cortado miles de ejemplares tras detectarse la plaga y ha advertido de pérdidas “incalculables”.
El problema no solo se plantea para Valverde del Fresno (2.500 habitantes y una fuerte dependencia económica forestal), sino también para los municipios de San Martín de Trevejo, Villamiel y parte de Hoyos, Acebo y Silleros y los limítrofes de Salamanca.
De facto, la Junta de Castilla y León ha delimitado un radio de 20 kilómetros en el que se restringe la producción maderera de pino en más de 16.500 hectáreas -que afecta a Navasfrías, Le Alberguería de Argañán, Casillas de Flores, Peñaparda et El Payo- y la industria del suroeste salmantino estará restringida dos años.