Navasfrías
Nos encontramos en el extremo suroeste de la provincia de Salamanca, en un rincón que entrecruza Portugal, al oeste, y Extremadura, al sur, donde interaccionan dos ríos, el Águeda y el Coa, hermanados por su cuna, el Picoto (Pico de las Mezas) y su destino, el Duero. Y en la cercanía, al alcance de la mano, el Jalama (Xálama), con su grandiosa base y su colosal altura no parece cansarse nunca de demostrar su belleza.
Navasfrías está situada a una altura de 902 metros sobre el nivel del mar, dista 137 kilómetros de la capital de la provincia y 47 kilómetros de Ciudad Rodrigo. Limita al norte con Casillas de Flores, al sur con Valverde del Fresno y Las Eljas, al este con El Payo y la cacereña sierra de gata y al oeste con Portugal, donde la “raya” más que separar, unía a las gentes de uno y otro lado.
Como ya señalaba Pascual Madoz en su ya clásico Diccionario geográfico, histórico y estadístico de Salamanca. 1845-1850, “el terreno es todo montuoso con muchos barrancos y hondonadas, cubierto de monte de roble, con algunos pedazos de tierras de regadío …” . Desde el Picoto (1265 m.) hasta el Teso de la Nave (1270 m.), se extiende un amplio núcleo montañoso con zonas como los Llanos, la Refiesta, la Carbonera (1203 m.) y el Teso del Espinazo (1305 m.), que nos permiten descubrir ésta hermosa encrucijada salmantina-luso-cacereña.
Además del Águeda, encontramos afluentes como el Rubioso (Rubiós), el Roladrón y otros pequeños regatos que, como ya expresara don Matías García, párroco de la localidad en la primera mitad del siglo XX, “arrastran oro entre sus guijas”.
En éste sentido, es muy interesante el trabajo publicado en abril del 2001 por Iñigo Orea en la revista Bocamina, donde se describe la explotación clásica de casiterita, principal mineral del estaño utilizado para obtener el bronce y, posteriormente, de wolframio, utilizado como materia prima para construir aceros militares. El curso de éstos ríos con sus altos árboles, permiten crear remansos de calma y singular belleza como el Bardal, las Vegas del Rubioso, el Puente del Infierno …
Para embellecer este conjunto montañoso se encuentran frondosos bosques de diversos árboles donde abundan robles (rebollos), pinos, castaños, abedules, fresnos, mostajos, alisos y sauces, mezclados con matorrales de arraclanes, brezos, jaras y tojos, donde sobreviven truchas, zorros, jabalíes (“jabalines”), linces y otras especies protegidas de la fauna ibérica.
(según wikipedia)
Navasfrías (Navasfrias en el habla de El Rebollar) es un municipio y localidad española de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Se integra dentro de la comarca de Ciudad Rodrigo y las subcomarcas del Campo de Robledo y El Rebollar. Pertenece al partido judicial de Ciudad Rodrigo y a la mancomunidad Alto Águeda.1
Su término municipal está formado por un solo núcleo de población, ocupa una superficie total de 59,96 km² y según los datos demográficos recogidos en el padrón municipal elaborado por el INE en el año 2017, cuenta con una población de 469 habitantes.2
Está situada en el extremo sudoeste de la provincia, justo en la frontera con Portugal, a 136 km de la capital, límite oeste de El Rebollar que comprende los términos de Navasfrías, El Payo, Villasrubias, Peñaparda y Robleda. Limita con las poblaciones de Eljas y Valverde del Fresno(provincia de Cáceres) por el sur y con las freguesías de Aldeia do Bispo y Lajeosa (Portugal) por el oeste.
Se encuentra dentro del espacio natural protegido de El Rebollar, que enlaza con la Reserva Natural de la Sierra de la Malcata, en Portugal.3
Su gentilicio es navasfrieño, también navasfrieñu en el habla local del extremeño, derivado del idioma leonés, nafrieñu según los vecinos valverdeirus, mañegus y lagarteirus hablantes de la fala o pataterus según los habitantes de algunos otros pueblos próximos.
Como vestigios de nuestra más antigua historia, en diversos puntos de nuestro terreno encontramos restos prerromanos, de origen vetón, como lo evidencian la presencia de sepulcros excavados en las rocas. Entre ellos son fáciles de encontrar los situados en las proximidades de las conocidas como “piedras resbalizas”, en las cercanías de la población.
Se cita que en el año 1219, Alfonso IX donó Navasfrías a la Orden de Alcántara que hasta ese momento pertenecía al concejo de Sabugal (Portugal). Después, por múltiples contiendas acaecidas, quedó destruida siendo reconstruida y repoblada por la citada Orden militar que, además, inició la construcción de la Iglesia, no concluida hasta el año 1617.
En el año 1409, en tiempo de tregua entre las coronas de España y Portugal, Fernando López. fue enviado por el consejo del rey don Juan II de Castilla para que los vecinos de Navasfrías, la Genestosa y Valverde del Fresno devolvieran el ganado que con violenta habían sacado del Reino de Portugal.
Durante los siglos XIV y XV, los vecinos de localidad estaban sometidos a la obligación de dar tributo al reino portugués, consistente en pagar una cantidad por cada cabeza de ganado que pastase en las dehesas de Navasfrías y la Genestosa. Se cita, sin plena confirmación, que en el año 1497, residía en la localidad un noble mirobrigense llamado Andrés Fernández de Grijota que promovió una revuelta contra la Justicia encargada de cobrar el tributo y sus acompañantes . Los portugueses para ser mejor pagados llevaron todo el ganado fuera del pueblo y, por indicación del citado Andrés, los vecinos recogieron el ganado y salieron en persecución de los cobradores de impuestos que huyeron hacia sus tierras. Por esta revuelta se consiguió que los recaudadores de Sabugal no volvieran a cobrar sus impuestos.
En el año 1833, se efectúa la actual división territorial y Navasfrías pasa a formar parte de la provincia de Salamanca. Posterior a éste hecho nace un largo litigio mantenido durante muchos años con Las Eljas cacereñas por el terreno denominado “la Nave”, finalmente adjudicado por la administración a Extremadura.
Pascual Madoz, en el citado Diccionario, señala que Navasfrías, además de la explotación agrícola y ganadera propia de toda población rural, contaba con “cuatro fábricas de sombreros del país, seis telares de colchas de lana y lienzo ordinario y dos de paños”. Casiano Sánchez también cita “la presencia de fabricación de palas, sombreros bastos para uso del país, telares de colchas y paños burdos”. También se encuentra una notable actividad minera, antiguamente de casiterita, y después de wolframio de importancia durante las dos Guerras Mundiales del presente siglo. Señala Casiano Sánchez en 1904 que “el terreno, cubierto de monte de roble, con trozos de regadío, quebradas y barrancos, da centeno, muchas patatas y judías, lino y buenos pastos que mantienen ganado cabrío, vacuno y lanar” y cita la presencia de 10 minas de hierro (en realidad y wolframio) tituladas “Brillante, Esmeralda, Sin nombre, Diamante, Lusitana, Sin Apellido, Aurea, Realidad, Manolita y Rozardera”, pertenecientes a buscadores del Norte y de países europeos.
En 1900 el número de habitantes se cifra en 1459 habitantes, pero poco a poco la industria comienza a decaer y se inicia una lenta emigración a Argentina, que supuso una movilización de unas trescientas personas que se van a “hacer las Américas” durante la primera mitad del siglo XX. Por otra parte, durante las décadas de los sesenta y setenta se produce otra notable emigración, sobretodo hacia el país vasco y Francia y, en menor cuantía, hacia Madrid y Barcelona.